Los niños son seres históricos sociales y culturales, que se desarrolla y se forma en constante relación con los otros , que crea experiencias y reflexiones que lo llevan a construir sus imaginarios y sus ideales. cuando el niño ingresa a círculos sociales diferentes a los de su familia, este amplia sus relaciones, construyendo aspectos diferentes de socialización y de encuentro con el otro. de esta forma la escuela se constituye en un espacio socializador, de aprendizajes, de enseñanzas de vivencias, que ayudaran a construir culturas y sociedades.
Desde la perceptiva anterior la escuela se convierte en un ente social en el que se reconoce a los otros, a la pluralidad, y en el que ademas se promueve la formación y la reformacion o como lo diría Paúl Valery “la educación
profunda consiste en deshacer y rehacer la educación primera”. Desde este punto en el que se reconoce la continuidad en la formación , pero ademas la autonomía se pone en entre dicho muchas de las concepciones actuales que en el ámbito educativo se tienen.
Preocupante mente hemos llegado a creer que el niño es un ser vació sin conocimiento sin experiencias, que va a la escuela ha ser llenado de eso que le hace falta. Cuando este muestra que en realidad no es un objeto, que no es un recipiente al cual vamos a llenar creemos que es un rebelde, o en el peor de los casos que se ha empezado a presentar problemas cognitivos o psicológicos.
Dejar que el estudiante sea, que se exprese como persona poseedora de conocimientos de derechos no es negar el cumplimento de nuestra misión y mucho menos negar por parte de los estudiantes el cumplimiento de sus deberes.
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